Equilibra
¿Alguna vez has pasado por épocas en las que tu piel estaba más grasa o más seca de lo normal? Esto puede deberse a múltiples factores, como el clima, la alimentación o el estrés… para intentar lograr un equilibro en el estado de nuestra piel tenemos que actuar contra los agentes externos que debilitan nuestro rostro y que dan lugar a imperfecciones como el acné, la sequedad, el envejecimiento o las manchas y arrugas.
Una limpieza facial completa equilibrará nuestros niveles de grasa e hidratación, mejorando por completo el aspecto y salud de nuestra piel al eliminar todas aquellas sustancias que son dañinas para nuestro cutis, como por ejemplo los restos de maquillaje.
Oxigenar
Al menos una vez al mes, cuando realicemos una limpieza facial, tenemos que aprovechar para descongestionar los poros de la piel y extraer aquellos puntos negros que evitan que nuestra piel pueda respirar. Es particularmente importante realizar este tipo de cuidado en pieles grasas o con tendencia acnéica, ya que son pieles que tienen una mayor producción de sebo, y por lo tanto son más proclives a tener los poros dilatados y obstruidos. No obstante, si tienes muchos problemas de acné o similares, te recomendamos que pidas consejo a tu dermatólogo para su correcto tratamiento.